NOÉ SERRANO. ARTISTA E INVESTIGADOR

"Estoy muy feliz por haber escuchado a mi yo niño que decía que había nacido para hacer monstruos"

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
photo_camera El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

Yo insisto. N sabemos lo que tenemos en Córdoba. Y menos en Santa Cruz, un barrio que, aunque demasiado alejado del núcleo urbano, guarda en su interior un sinfín de sorpresas culturales. Nacido en Córdoba, Noé Serrano Carriel, vive, al igual que su hermano, José María, en Santa Cruz. Su formación dentro de las artes pláticas tuvo el mismo recorrido que el de su hermano, es decir "no hemos tenido ningún tipo de formación, porque mis padres querían que estudiáramos y nosotros estábamos muy desconectados de lo que significaba ser artista y hasta última hora no lo tuvimos claro".

De todos modos pudieron hacer Bellas Artes en Sevilla, que es donde crecieron como artistas. Primero, fue Josse María, por ser el mayor, y Noé fue recorriendo prácticamente el mismo camino. Los dos eran los típicos niños que hacían dibujos, figuras y demás, pero eran vistas más bien como curiosidad. Una vez al padre estando José María en primero de BUP le llamó el profesor de dibujo para decirle que el chaval bien merecía la pena que hiciera Bellas Artes. ""Y a mí me pasó exactamente igual: Cuando llegué a primero de BUP mi profesor de dibujo, que era mi tutor, llamó a mi padre y le dije lo mismo".

Como señala Noé, "no teníamos un ambiente alrededor para que alguien viera en nosotros más allá de las 'cositas' curiosas que hacíamos", pero hay que agradecérselo a esos dos profesores de dibujo que supieron tener los ojos abiertos para captar la excelencia...

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

Cada uno de ustedes tiene su propio taller, ¿No?

Ahora sí. Nosotros hemos estado toda la vida juntos. La cochera de mi padre ha sido nuestro taller toda la vida hasta que se quedó ya bastante pequeño para los dos y empezaron a acumularse cosas. Va a hacer como tres los  asistentes que cada uno tenemos nuestro taller.

En cualquier caso no son ustedes rivales entre sí.

No, no, no, no, para nada. Además, nos movemos en ámbitos totalmente diferentes. Pero es que no seríamos rivales ni moviéndonos en los mismos. No hay ningún tipo de competencia en ese aspecto. Parece cuando se habla de escultor que está todo metido en el mismo plano, pero en realidad es como un árbol con mucha ramas, según el camino que cojas. Él está encaminado al tema de los encargos y hace todo tipo de encargos y entre esos encargos está la rama de la cultura.

¿Y usted cómo definiría su ámbito?

Yo empecé con los encargos hasta que llegó un momento en el que decidí que no, que me tenía que encaminar hacia algo que a mí me llenara, porque no era el caso de los encargos. Entonces me lancé al precipicio y empecé a desarrollar mi obra personal. Empecé como artista de arte contemporáneo, que es realmente lo que soy. Noé Serrano es un artista de arte contemporáneo con su obra y con sus monstruos, porque yo realmente, aunque la gente decía que eso no era posible,  llevé los monstruos a las galerías, a los museos y a las colecciones privadas.

Pues hay que tiene muchas narices para hacer eso.

Pues sí. La verdad es que sí.

¿No le produjo vértigo dar el salto?

Dio vértigo, pero es que era en ese momento, o nunca. Y eso sí lo tenía muy claro. Yo quería desarrollarme, no sabía dónde estaba mi límite como escultor y me lancé, sabiendo y siendo consciente de lo difícil y lo complicado que era todo aquello y la apuesta que suponía. Sabía que arriesgaba mi vida ahí. Y después de 22 años decides arriesgar tu vida. Pero la vida también es eso. Es arriesgar y cuando aciertas con lo que has hecho, perfecto. Porque realmente no me arrepiento delo que he hecho, aunque mi vida haya estado y esté en el precipicio.

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

¿Sigue estándolo en la actualidad?

Sí, claro. La vida de la inmensa mayoría de los artistas siempre está en el precipicio. Y yo he sido un artista muy al margen de las normas y los cánones. En el mundo de las galerías estoy absolutamente fuera de las carreras y las reglas del mercado. Ten en cuenta que cuando empecé a hacer una escultura de encargo no sabía lo que iba a tardar en hacer la pieza, pero sí sabía lo que quería y empecé a desarrollarla. Tardé un año en esta primera escultura. Y eso es lo que empleo. Yo no tardo un año en hacer la escultura. No he sacrificado mi honestidad, lo que a mí me satisface, por por dinero en el mercado. Y ahí estamos.

Ha comentado antes que quería explorar dónde están tus límites. ¿Todavía sigue explorándolo?

Cuando me tiré al precipicio yo ya lo tenía claro. Cuando empecé Bellas Artes estaba compartiendo el piso con mi hermano y un compañero suyo, que estaba a punto de terminar y tenía ya cierta experiencia, vio los trabajos que hacía para clase, y me dijo: "¿tú, realmente qué es lo que quieres hacer en el futuro?". Es una frase que se me ha quedado grabada y, no sé si por ingenuidad o por honestidad o quizá una mezcla de ambas, le respondí: "Creo que yo he nacido para hacer monstruos". Eso lo he tenido siempre muy claro. Y a eso es a lo que hice que apuesta. Lo que pasa es que soy una persona, no inconformista, pero sí curioso. Me gusta aprender, indagar en cosas nuevas y con eso sí sigo, Dentro de mi escultura tengo dos factores que me diferencian, quizá, del resto de escultores: Aparte del formal es la parte de investigación. Yo estuve como dos años, dos años y medio en investigación de materiales. Y esos materiales que obtuve después de tanto tiempo es con lo que yo fabrico mis esculturas.

¿Que es cuál?

Es resina. Pero es un compuesto de resina con aditivos, que hace que tenga aspecto de piel humana. Porque la escultura hiperrealista lo normal es trabajarla con silicona. Porque todos los artistas hiperrealistas en el arte proceden del muno del cine. Y yo he ido en dirección contraria. Yo soy un artista que luego he acabado en el cine. Al principio, yo sabía el resultado que quería y cuando pregunté en empresas del cine me dijeron el material con el que trabajaban y a mí no me convenció la silicona por su durabilidad.

¿Por qué? ¿Dura poco?

Sí, claro. Aunque se ha avanzado mucho en materiales, la goma dura menos que la resina. Es más resistente al golpe, pero luego tiene una serie de inconvenientes que a mí no me convencían. Empecé a desarrollarlo en rígido para que tuviera el mismo aspecto que la silicona. Otro factor es un estudio por mi parte de la anatomía muy profundo. Empecé en una visita a la Facultad de Medicina en Sevilla, cuando estaba en segundo de carrera, y, a partir de ahí, me enganché a la anatomía y pasé de tener como referencia a fotografías o dibujos que yo hacía de anatomía a necesitar hacer disecciones y tal. Y todo eso, por mi curiosidad, ha ido avanzando. Actualmente hago disecciones digitales, pack médicos, radiografía... Todo tipo de anatomía.

Es usted prácticamente médico.

Prácticamente sí. Llevo una relación de hace ya muchos años y tengo abierta las puertas de los depósitos de zoológico, veterinaria, animalario, biología, medicina...

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

Todo eso lo aplica luego en su arte ¿no?

Claro. Digamos que a lo mejor del año o año y medio que me tiro trabajando un 50/60% se va sólo a estudio de anatomía. Es un estudio de anatomía continua, desde el principio hasta el final. Por tanto, es el inconformismo y esos factores. Cuando llegó la pandemia y el confinamiento ese inconformismo hizo que empezara por mi cuenta a aprender cultura digital y es cn lo que me estoy manejando ahora.

Explíqueme qué es la escultura digital.

Es igual que en físico, sólo que con el ordenador.

Pero eso luego lo tiene que pasar a físico.

Sí. Yo la hago escultura digital para luego pasarlo a físico. El modelador digital para mí actualmente es una herramienta para conseguir unos volúmenes. Es igual que la plastilina. Es una herramienta y un material diferente.

Defíname qué es un monstruo para usted.

¡Buf! La idea de monstruo es muy, muy amplia. De hecho, en mi obra hay diferentes tipos de monstruo. Para mí un monstruo es... (duda). Me encanta la psicología humana y la sociología. Yo lo centro no tanto en el individuo como en una idea general de característica humana, digamos. Dentro de los monstruos están la gente con maldad, la gente que se aprovecha del resto, la gente que abusa... Ése es un tipo de monstruo. Ese monstruo lo tengo reflejado en alguna de mis piezas. Tampoco es el monstruo que más me interesa. El que más me interesa es el enfoque del incomprendido, del marginado, del considerado monstruo por los demás, el 'diferente', el 'freak'. En el mundo del cine podríamos decir que en ese enfoque sería el hombre elefante, Frankenstein, el marginado, el que quiere formar parte de la sociedad y ser amado o querido, pero la sociedad, por su forma de ser, por su aspecto, lo margina y lo tacha de monstruo. Ése es el que más me interesa; el que me emociona.

Pero eso no es nada sencillo reflejarlo.

No, no es fácil.

Puedo entender que estéticamente un monstruo sea atractivo para trabajar, pero usted está tratando de reflejar algo que es casi anímico, y eso me parece extremadamente complicado.

Sí. Además de anímico es de percepción. Me gusta que mi escultura sea un elemento que consiga hacerte pensar. Despertar un 'clic' para que nos planteemos cosas y actúe como un detonante. Como el que abre un libro y encuentra algo interesante que le hace pensar. Quizá la escultura más emocional que yo he hecho es un autorretrato psicológico, que se llama 'Despierta', más como el conejo blanco de Alicia, y está actualmente expuesto en Vimcorsa en una exposición magnífica de artistas contemporáneos.

Es lamentable por mi parte no haberme enterado hasta ahora de esa exposición.

Sí. es triste, ¿no? En Córdoba suele pasar, ya no me sorprendo que siendo una ciudad tan pequeña no nos enteremos de actividades tan interesantes como ésta, porque es una exposición impresionante, magnífica.

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

¿Y todo esto sobre lo que me está hablando, lo va a plasmar alguna vez en teoría? En un libro, negro sobre blanco, por escrito, ¡vaya!

Me gustaría hacerlo. Ya llevo tiempo queriéndolo hacer. Lo que pasa es que es una cuestión de tiempo. Para eso se tiene que dar que, de repente, aparezca en mi vida una persona con una motivación para hacerlo, y le dedique el tiempo de empezar. Pero hacerlo yo por mi cuenta es complicado. Ya lo he intentado y no; siempre hay algo que se pone delante de hacer un libro, pero sí quiero hacerlo y, además, lo veo muy importante. Es una necesidad. Al final la obra, sobre todo la mía, tiene que tener un respaldo, pero más que una explicación, que se tenga una visión mucho más general, una perspectiva que permita ver el por qué de todo. Y eso no se consigue si no se hace un libro.

¿Cómo llegó a su vida el mundo del cine?

Pues mira, el cine siempre, siempre ha sido mi pasión junto con los monstruos. Me llegó no de golpe, pero fue una visión clarísima cuando siendo nos llevaron a mí y a mi hermano mis padres a ver 'ET', de Spielberg. Y aquello fue la hostia. Y creo que para mi hermano, también ha sido muy importante a la hora de de marcarlo. Fue pasando el tiempo y cuando decidí dedicar mi tiempo y mi vida a algo que me llenara, yo tenía dos caminos: Uno, el cine, y otro, la creación de mi propia obra. En esa época comenzaba a asentarse ya el uso de Internet, en 2002 o 2003 y concerté cita con directores de diversas empresas del cine, de postprodución, de producción, de efectos especiales físicos, de maquillaje... Y cogí el coche y me fui para Madrid. Fue una experiencia muy chula, porque ahí empecé a tomar más conciencia de que las facultades que yo tenía interesaban y eran especiales. Me ofrecieron trabajo en todos los sitios, y no es que les rechazara, pero, en esa ingenuidad mí, a todos les dije que no había ido hasta allí a buscar trabajo, sino a que nos conozcamos.

Me volví para Córdoba y en el viaje de vuelta venía supercontento por el interés en mi persona, pero con la claridad de que el cine era algo para trabajar de una forma tan rápida que no iba con mi labor como escultor. Así que decidí empezar con mi obra, conversar con ella para saber dónde estaba mi límite como escultor, que hasta ese momento no lo conocía. Y a partir de este momento empecé una relación con varias directoras de empresas de cine en el plano de la amistad. Continuamente estaban diciéndome que me fuera para Madrid a trabajar con ellos. Me daba una pena enorme, porque el cine era mi pasión, pero yo en ese momento estaba dedicado a fondo con mi obra. Fue pasando el tiempo, y después de 10 o 12 años haciendo escultura empezó la crisis económica de 2008, pasé esos años aguantando, eso no veía salida ni sabía hacia dónde encaminarme. Hasta que de forma lúcida supe que en lugar de ser un momento de mierda era en calidad un momento maravilloso, porque yo era Noé Serrano, con mi propia obra, y en ese momento era la oportunidad de dar el paso al mundo del cine.

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

¿Y qué hizo?

Al día siguiente mandé un correo electrónico a David Martí y Montse Ribé, de DDT SFX, y le dije a David que estaba en un momento de mi vida en el que me apetecía mucho probar el cine. A las pocas horas me respondió diciendo: "Llegas en el momento idóneo, vente para acá", y eso fue encontrarme en su despacho diciéndome "bienvenido, vas a hacer la cabeza del monstruo de la película de Bayona 'Un monstruo viene a verme' y tienes aquí como una de las protagonistas a la teniente Ripley (Sigourney Weaver)" y ése fue mi comienzo en el cine.

Pero hay un más allá.

Sí. Eso fueron colaboraciones. Yo seguía con mi obra, y al acabar ese trabajo volví a mi taller. Hacía una colaboración al año o cada dos años, ya no tan importante como la de 'Un monstruo viene a verme', pero iba haciendo cositas pequeñas en ese plano. Hasta que hace seis o siete años decidí darle seriedad al mundo del cine. Vivir más el cine.Y ahí es cuando no me quedó más remedio que pensar en dar el salto fuera, porque aquí en España hay poco movimiento -o ninguno- de ese tipo de cine. Pregunté a unos amigos que eran profesionales de efectos especiales par que me indicaran a qué puertas podía llamar en Londres. Y me dijeron: "¿Sabes que hace dos o tres años está en Andalucía uno de los mejores técnicos de Inglaterra?", Tristan Verluis, en Baza. Le iba a mandar un mensaje por Facebook y entonces me di cuenta de que lo tenía de 'amigo'.  Es más, tenía dos mensajes suyos de dos años antes a los que no había respondido. Le escribí, me contestó inmediatamente y le hice una manos para un diablo de una pequeña película. Él estaba todavía aquí intentando funcionar y el siguiente proyecto para el que me llamó Tristan fue para 'The Batman', de Matt Reeves.

A partir de ahí, trabajé con él y con algunas otras empresas. He hecho 'The Batman'; 'El exorcista del Papa', de Julius Avery;  'Man', de Alex Garland, el directo de 'Ex Machina', en la serie de Tim Burton 'Miércoles'...

¿Ha estado trabajando en 'Miércoles'?

Estuve en la primera temporada, y ahora ha empezado la segunda.

Hombre, me alegra que me lo diga, porque me estaba temiendo que no se fuera a hacer una segunda.

Ya se está rodando.

El escultor de Santa Cruz Noé Serrano
El escultor de Santa Cruz Noé Serrano

¿Y cuál fue su aportación a la serie?

Para ésta última, no te lo puedo decir, pero en la primera fueron varios trabajos. Por ejemplo, las serpientes de la raza de Medusa, las manos de un sirénido que sale en la serie volcando las barcas son mías. Una escena que hay de un accidente de tráfico y uno de los personajes se parte el cuello, pues ese cuello también es mío...

Pero eso no son simples colaboraciones, es ya un trabajo a fondo.

Ahí ya sí.

¿Y en The Batman?

Pues también hice bastantes cositas. Lo primero fue una adaptación de la máscara de Batman para el especialista en las escenas de riesgo. Un maquillaje también para el especialista con los rasgos de Robert Pattinson, otra máscara más bien mascarilla de la parte de piel de nariz y boca de Robert pero para el propio actor, es decir una prótesis de su propia cara para escenas de riesgo, con fuego y demás. También hubo retoques de rostro, apertura de ojos de Catwoman, las cicatrices del mayordomo, Alfred Pennyworth...

Pero, entonces, si ahora está metido más a fondo en el cine, ¿su obra como escultor está un poco apartada?

Sí. La he dejado ahí en stand-by.

Pues no le veo llorar tampoco por ello.

No, no, no. Para nada. Lo he hecho plenamente consciente y por necesidad, para reinventarme también no sólo abriéndome otra rama profesional, sino también en esa otra rama del arte contemporáneo. Me tengo que reinventar en lo que es mi obra y también en cómo moverme en ese ámbito.

Por tanto, ¿está usted contento?

Muy contento de haberme hecho caso, y haber escuchado a ese niño que sentía que había nacido para hacer monstruos.

Más en Gente