Ángel Ortiz Rodríguez nació en Blanes, un pueblo de Girona que denominan el 'Portal de la Costa Brava', al que cada vez que puede hace mención y recomienda visitar. Sin embargo, sus raíces son profundamente andaluzas, puesto que su familia paterna es cordobesa y la materna, de la provincia de Sevilla. Una familia que siempre ha estado muy unida y le ha apoyado en todas sus decisiones, incluida la de meterse en política. Su infancia y adolescencia transcurrieron en Blanes, donde la Educación Primaria la hice en el colegio público Napoleón Soliva y la Secundaria, en el IES Serrallarga. A su llegada a Córdoba, en 2002, inició su etapa universitaria para, en 2009, licenciarse en Derecho por la Universidad de Córdoba (UCO). Además, es magister en Culturas de Paz, Resolución de Conflictos, Derechos Humanos y Educación por la UCO.
"Me considero una persona apasionada, perseverante y siempre en busca de nuevos desafíos con una principal afición como es el deporte, en todas sus formas. Me encanta correr, salir con la bici y practicar deportes en equipo, aunque reconozco que esto último lo tengo cada vez más difícil".
Si el deporte es su pasión, y la política, su vocación, Ortiz cultiva otras aficiones y gustos que podrían considerarse 'frikis', como el amor por los videojuegos, los cómics y el cine, pero eso lo ve más como una parte de su personalidad "diversa y curiosa". Y además de conocer a The Punisher, tiene una obsesión de coleccionista: Pines, con una amplia colección de en torno a dos centenares, aunque hace ya algún tiempo que la dejó aparcada.
Durante los últimos ocho años, ha tenido la oportunidad de desempeñarse como directivo del club de atletismo Trotacalles Córdoba, dedicando la última temporada como presidente. Este rol le ha permitido no sólo fomentar el deporte, sino también desarrollar habilidades de liderazgo y gestión. Paralelamente, ha estado muy involucrado en actividades de voluntariado, dedicando su tiempo y esfuerzo a diversas causas sociales, lo que le ha enriquecido personal y profesionalmente, permitiéndole contribuir de manera significativa al bienestar de los demás.
Tanto es así, que de 'mayor' a Ángel Ortiz le gustaría ser "alguien que pueda influir positivamente en la sociedad, combinando mis pasiones por el deporte y la política para hacer grandes cambios".
Por cierto, que es concejal socialista en este mandato que arrancó en mayo de 2023.
¿Cómo se le metió el deporte en el cuerpo?
El deporte se me metió en el cuerpo gracias a la influencia y el apoyo incondicional de mis padres. De hecho, mi gran referente siempre ha sido mi padre, que en su juventud practicó el waterpolo y el balonmano en Córdoba. Desde muy pequeño, mi padre me transmitió su pasión por el deporte, enseñándome los valores de la disciplina y el esfuerzo. Sus historias y experiencias en el ámbito deportivo siempre me inspiraron y motivaron a seguir sus pasos, convirtiéndose en un modelo a seguir para mí.
También mi madre jugó un papel fundamental al permitirme desarrollar mi amor por el deporte, incluso en los momentos más difíciles. Su apoyo inquebrantable y su dedicación para asegurarse de que tuviera las oportunidades necesarias para practicar deporte fueron cruciales. A pesar de los desafíos y las dificultades que pudieran surgir, mi madre siempre encontró la manera de que pudiera seguir adelante con mis entrenamientos. Así que su esfuerzo y su sacrificio me enseñaron la importancia de lo que supone la perseverancia y el compromiso.
Por eso, gracias a mis padres, el deporte se convirtió en una parte esencial de mi vida, moldeando no sólo mi físico, sino también mi carácter y mi perspectiva sobre el trabajo duro y la superación personal.
¿Qué fue primero el deporte o la política?
El deporte fue lo primero, pero la política llegó a mi vida cuando entendí la necesidad de luchar por un mundo mejor. Desde temprana edad, me involucré en actividades deportivas, encontrando en ellas una fuente de pasión y desarrollo personal. Tanto es así que, tras una grave lesión con ocho años, encontré la mejor forma de seguir vinculado a él con mi transistor. Comencé con judo, luego con natación para seguir vinculado con el fútbol sala y probar con el futbol 11, aunque sabía que acabaría en el mundo del atletismo, porque ya sobre el campo mis cualidades más que técnicas eran físicas.
¿Y ahora cuál de las dos cosas prima sobre la otra?
Actualmente, la política prima sobre el deporte. Aunque el deporte sigue siendo una parte crucial de mi rutina diaria y mi identidad, mi compromiso con la política ha tomado un rol predominante. A través de mi corta carrera política, de meses, he encontrado una plataforma para implementar cambios significativos y mejorar la vida de las personas en Córdoba. La política me permite abordar problemas sistémicos y trabajar por un futuro más justo y equitativo, algo que me apasiona profundamente y que, antes, en mi función de directivo de un club, no podía abarcar como ahora sí que puedo.
Sin embargo, el deporte sigue siendo una fuente de equilibrio y bienestar para mí. Mantengo una rutina deportiva regular que me ayuda a gestionar el estrés y a mantenerme enfocado y saludable, y eso es vital para desempeñar mis responsabilidades políticas de manera efectiva.
Deportista, activista, ahora político... ¿Con cuál de sus facetas se siente más a gusto?
Me siento más a gusto con mi faceta de deportista. El deporte ha sido una parte fundamental de mi vida desde joven, tanto por los beneficios físicos y mentales que conlleva como por los valores que promueve. Hablo de la resiliencia, el compromiso, la perseverancia o el trabajo en equipo. Además, el deporte me ha permitido conocer a personas increíbles y superar retos personales, y eso ha terminado fortaleciendo mi carácter y mi determinación. A través del deporte, he aprendido a gestionar el estrés y a mantener un equilibrio saludable en mi vida, que acaba repercutiendo muy positivamente en mis otras facetas.
También tengo que decirte que mi compromiso con las causas sociales es profundo. Insisto en que me apasiona trabajar por un mundo más justo y equitativo. Como político, tengo la plataforma para influir en políticas y decisiones que beneficien a la sociedad, y como deportista, puedo usar mi visibilidad para concienciar y apoyar iniciativas sociales.
¿Si tuviera que sacrificar alguna de esas facetas, cuál sería?
No puedo imaginarme sacrificando ninguna de mis facetas, ya que tanto el deporte como la política y el activismo son esenciales para entender la persona que soy hoy día.
¿A qué aspiras como político?
Aspiro a incidir en dos aspectos clave: Hacer del deporte una prioridad y convertir a la juventud en un agente importante de cambio. Quiero promover políticas que integren el deporte como un pilar fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad. Esto incluye aumentar la inversión en infraestructuras deportivas, facilitar el acceso al deporte especialmente de niños, mujeres y personas con discapacidad, promover el cuidado de la salud mental y fomentar programas que permitan la práctica deportiva para quienes están en riesgo de vulnerabilidad, que, por desgracia, en Córdoba son muchos.
Asimismo, considero vital empoderar a la juventud, brindándoles las herramientas y oportunidades necesarias para que sean agentes activos de cambio. Quiero implementar políticas que fortalezcan la educación, el empleo juvenil y la participación cívica, asegurando que los jóvenes tengan una voz significativa en las decisiones que afectan a su futuro. Mi meta es construir un entorno en el que los jóvenes se sientan valorados y motivados para contribuir positivamente a la sociedad.
¿Y como deportista?
Como deportista aspiro a alcanzar mi máximo potencial físico y mental, y a inspirar a otros a llevar un estilo de vida saludable y activo. Me esfuerzo por competir al más alto nivel en mi disciplina, el atletismo, siempre buscando mejorar y superar mis propios límites. Además, quiero usar mi plataforma como deportista para promover la importancia del deporte y la actividad física en la salud y el bienestar general. Aspiro a ser un modelo a seguir para las generaciones más jóvenes, demostrando que, con dedicación, esfuerzo y perseverancia, es posible alcanzar grandes logros tanto en el deporte como en otros aspectos de la vida.
¿Cómo ve el atletismo cordobés?
Es una cantera de talento y logros. Tenemos deportistas que han destacado a nivel regional, nacional e incluso internacional, demostrando que Córdoba posee un potencial enorme en este ámbito. Muchos atletas jóvenes muestran una dedicación y una capacidad impresionante, lo que es un reflejo del talento natural que tenemos en nuestra ciudad. Los éxitos obtenidos por estos atletas son motivo de orgullo y también inspiran a futuras generaciones a seguir sus pasos.
Sin embargo, para que el atletismo cordobés alcance su máximo potencial, es fundamental abordar algunas áreas que necesitan mejora. Una de las principales necesidades es la inversión en infraestructuras deportivas. Contar con instalaciones de alta calidad es esencial para que nuestros atletas puedan entrenar en las mejores condiciones posibles. Además, es necesario desarrollar programas de apoyo y formación para entrenadores, asegurando que nuestros deportistas reciban la mejor orientación y entrenamiento.
Otro aspecto crucial es el desarrollo de oportunidades para los atletas jóvenes. Es vital crear programas y competiciones que les permitan progresar y medir su rendimiento en un entorno competitivo. Además, se debe trabajar en la promoción del atletismo en las escuelas y comunidades, fomentando la participación desde muy temprana edad.
Otra pata yo diría que indispensable es el compromiso de las autoridades. Y me explico: Necesitamos políticas que apoyen el deporte y lo consideren una prioridad; necesitamos la colaboración de empresas y organizaciones que puedan patrocinar y financiar proyectos deportivos. Sólo la unión de esfuerzos entre el sector público y el privado puede marcar una gran diferencia en el desarrollo del atletismo cordobés.
¿Y el deporte cordobés en general?
El deporte cordobés es diverso y dinámico. Tenemos una rica historia de logros y una diversidad de disciplinas en las que nuestros deportistas destacan. Ya lo he dicho antes, Córdoba ha producido deportistas de alto nivel que han competido y triunfado en escenarios nacionales e internacionales.
El talento en nuestra región es innegable. Muchos jóvenes muestran habilidades excepcionales y una gran dedicación, lo que augura un futuro prometedor para nuestro deporte. Además, los clubes y las escuelas deportivas desempeñan un papel crucial en la formación y el desarrollo de estos talentos, proporcionando un entorno en el que pueden crecer y alcanzar su máximo potencial.
Sin embargo, para que el deporte cordobés continúe creciendo y alcanzando nuevas alturas, es necesario abordar varias áreas clave como ya hemos hablado anteriormente. Vuelvo a decirlo: La inversión en infraestructuras es una prioridad. Contar con instalaciones modernas y adecuadas para la práctica deportiva es esencial para su desarrollo. Esto incluye no solo instalaciones de entrenamiento, sino también espacios para la competencia y el público.
El desarrollo de programas de formación y apoyo es igualmente importante. Es fundamental capacitar a entrenadores y proporcionar recursos adecuados para que los deportistas puedan recibir la mejor orientación posible. Además, se deben crear oportunidades para que los jóvenes compitan y se desarrollen en sus respectivas disciplinas desde temprana edad.
¿Cuáles son sus debilidades y fortalezas personales?
Mis fortalezas incluyen la perseverancia, la capacidad de trabajo y la pasión por lo que hago. Mis debilidades pueden ser la impaciencia y la tendencia a asumir demasiadas responsabilidades a la vez.
Vale. ¿Y las debilidades y fortalezas del deporte cordobés?
Las fortalezas del deporte cordobés son, aparte de su calidad desde las categorías base, su diversidad y la pasión de sus deportistas. Las debilidades incluyen la falta de recursos y la excesiva atomización, que impide una mayor cohesión y colaboración entre los diferentes clubes y disciplinas. Ante la pasión y esfuerzo de tantas entidades y personas comprometidas con el deporte, no es de recibo los cinco años de gobierno municipal donde sus representantes no han estado a la altura de lo que Córdoba necesita. La ineficacia en la gestión política, sumado a la torpeza en la toma de decisiones, no permite elevar la categoría del deporte cordobés.
Coincido con usted en que la atomización es un problema. ¿Eso tiene solución? ¿Hay fórmulas para combatirlo? ¿No hay que combatirlo y sí reforzarlo, porque en la diversidad está el gusto?
Bueno, es un problema. Y una posible solución sería fomentar alianzas entre los clubes y promover eventos que integren diversas disciplinas, fortaleciendo, así, la comunidad deportiva. Sin ir más lejos, ya en enero pasado lancé la propuesta de crear un comité de expertos para el Instituto Municipal de Deportes de Córdoba (Imdeco), que se aprobó en una moción, con el fin de sentar en una misma mesa a todas las modalidades deportivas, así como a agentes externos, como profesionales del mundo del deporte, con el fin de generar sinergias y encontrar respuesta a todas las demandas de manera colectiva. Seguimos esperando la apuesta decidida por el deporte de Marian Aguilar, como presidenta del Imdeco.
Ya lo ha dado a entender antes, pero ¿cómo está esta ciudad en materia de infraestructuras deportivas?
Sinceramente, hay mucho por mejorar. Las instalaciones son insuficientes y muchas veces no están bien mantenidas. Es crucial invertir en nuevas infraestructuras y mejorar las existentes. Y por ese motivo estoy involucrado en la política municipal. Quiero revertir esta situación y devolver la confianza a quienes la depositaron en mí. Debemos entender el deporte de forma integral, reconociendo su impacto en la salud, la integración social y el desarrollo personal de nuestra comunidad.
Cada vez tenemos entre nosotros a más personas que en sus países de origen tienen el béisbol como deporte nacional. ¿Hay forma de incluirlo en los Juegos Deportivos Municipales? ¿De qué modo podemos hacerles sentir más como en casa? De hecho, tenemos en la provincia, en Benamejí, uno de los clubes más fuertes de Andalucía en ese deporte...
Creo que podemos incluir el béisbol organizando talleres y torneos para fomentar el interés entre los jóvenes. También sería útil colaborar con los clubes locales y promover actividades que integren a las comunidades donde el béisbol es popular. Desde hace años mantengo una relación excelente con Kyrios Córdoba, conozco su identidad y sus necesidades. Desde el inicio de mandato, hemos reclamado que se atiendan esas necesidades ofreciendo posibilidades para invertir en espacios que permitan el desarrollo deportivo. Es muy difícil promover un deporte si ni tan siquiera tienes un lugar donde guardar el material, que es su caso.
Una pregunta que para más de uno sería polémica. Si el deporte es esfuerzo físico, sudor, control del movimiento de las extremidades y del tronco... ¿El ajedrez es un deporte?
¡Claro, hombre! El ajedrez es un deporte. Aunque no implique esfuerzo físico, requiere una gran habilidad mental, concentración y estrategia, características comunes a todos los deportes.
¿Y cómo ve eso de inculcar el deporte en la juventud a través de competiciones con videojuegos?
Creo que los videojuegos pueden ser una herramienta para acercar a los jóvenes al deporte, siempre que se utilicen de manera equilibrada y se combinen con la actividad física real. Inculcar el deporte en la juventud a través de videojuegos representa una oportunidad significativa para aprovechar la popularidad y el atractivo de los juegos electrónicos entre los jóvenes. Los videojuegos deportivos no sólo captan su atención de manera efectiva, sino que también pueden servir como una introducción accesible y atractiva al mundo del deporte. Estos juegos ofrecen una plataforma donde los jóvenes pueden familiarizarse con las reglas, estrategias y técnicas de diferentes disciplinas deportivas de manera interactiva y divertida.
Además de ser una herramienta educativa, los videojuegos pueden promover un estilo de vida activo al combinar la experiencia virtual con la actividad física real. Tecnologías como la realidad aumentada o los sensores de movimiento requieren que los jugadores se muevan físicamente, y eso aumenta la interacción con el juego y fomenta la actividad física. Esta integración puede ayudar a contrarrestar el sedentarismo y promover hábitos saludables desde una edad temprana.
Los videojuegos también facilitan la socialización y el espíritu competitivo entre los jóvenes, ya sea a través de modos multijugador en línea o competencias locales. Estas experiencias fortalecen las habilidades sociales y, además, cultivan el trabajo en equipo y la resolución de problemas, aspectos clave tanto dentro como fuera del ámbito deportivo.
Sin embargo, es crucial que los padres, madres y educadores supervisen el tiempo que los jóvenes dedican a los videojuegos y promuevan un equilibrio saludable con otras actividades, incluyendo el ejercicio físico tradicional y otras formas de recreación. Esto asegura que los beneficios educativos y sociales de los videojuegos se maximicen sin descuidar la importancia del movimiento físico y la diversidad de experiencias.
Por cierto, y hablando de edades tempranas, ¿cree que la educación física en los centros educativos se está aplicando bien?
Pienso que la educación física en los centros educativos enfrenta varios desafíos y oportunidades para mejorar. En muchos casos, los programas actuales pueden no estar completamente alineados con las necesidades y expectativas de los estudiantes, lo que puede llevar a una falta de entusiasmo y participación. Para mejorar esta situación, es crucial considerar varios aspectos: Lo primero de todo es que la inclusividad es fundamental.
No entiendo.
Es sencillo. Los programas de educación física deben diseñarse de manera que sean accesibles para todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades físicas o intereses particulares en deportes específicos. Esto puede implicar ofrecer una variedad de actividades deportivas y recreativas que puedan captar el interés de un espectro más amplio de estudiantes, desde los que prefieren deportes tradicionales, como el fútbol o el baloncesto, hasta actividades menos convencionales, como yoga o la escalada.
Además, actualizar los programas es esencial para mantener la relevancia y el interés de los estudiantes. Eso implica incorporar tecnología y metodologías innovadoras que pueden hacer que las clases sean más atractivas y efectivas.
¿Ah, sí? ¿Qué, por ejemplo?
Por ejemplo, el uso de dispositivos de seguimiento de actividad física o aplicaciones móviles que gamifiquen el aprendizaje y la práctica de habilidades deportivas. Eso puede motivar a los estudiantes a participar de manera más activa.
Otro aspecto crucial es la formación adecuada del personal docente. Los profesores de educación física deben estar capacitados en técnicas de enseñanza deportiva, y en pedagogía inclusiva, gestión del aula y motivación de los estudiantes. Esto les permitiría adaptar las clases según las necesidades individuales y fomentar un ambiente positivo y de apoyo para todos los estudiantes.
Además, es importante fomentar una cultura escolar que valore la actividad física y el bienestar integral. Esto puede incluir políticas escolares que apoyen la participación en deportes y actividades físicas, instalaciones adecuadas para la práctica deportiva y la promoción de eventos y competiciones deportivas entre estudiantes.
Precisamente, ¿cómo se le puede fomentar a alguien que acabe siendo deportista profesional cuando esa vida profesional acaba siendo tan corta? Una vez que llega la decadencia por la edad, ¿luego, qué? Pasa algo parecido con los militares en un Ejército profesional.
Sí, pero fomentar una carrera deportiva profesional implica no sólo preparar a los deportistas para el éxito en su disciplina específica, sino también para la vida después del deporte. Dado que las carreras deportivas suelen ser cortas debido a la naturaleza física y competitiva del deporte, es crucial proporcionar a los deportistas herramientas y oportunidades para una transición exitosa hacia otras áreas una vez que finalice su carrera activa.
En primer lugar, la formación educativa y profesional fuera del ámbito deportivo es fundamental. Desde edades tempranas, los deportistas deben ser alentados a continuar con su educación formal o recibir formación en habilidades técnicas que puedan ser útiles en el mercado laboral. Esto les proporciona conocimientos adicionales y les permite explorar intereses y potenciales carreras alternativas.
Además, son esenciales programas de orientación y mentoría para guiar a los deportistas en la planificación de su futuro profesional. Estos programas pueden incluir asesoramiento sobre opciones educativas, desarrollo de habilidades de empleabilidad, y la identificación de oportunidades de carrera fuera del deporte. La mentoría también puede proporcionar apoyo emocional y motivacional durante las transiciones difíciles, que las hay.
Otro aspecto crucial es el apoyo financiero y logístico durante la transición al mundo laboral. Muchos deportistas enfrentan desafíos económicos al retirarse debido a la falta de ingresos estables y a la necesidad de ajustarse a un estilo de vida diferente. Es fundamental ofrecer programas de asistencia financiera, acceso a servicios de colocación laboral y oportunidades de networking que faciliten la búsqueda de empleo o el emprendimiento post-deportivo.
Además, las organizaciones deportivas y los patrocinadores pueden desempeñar un papel importante al proporcionar programas de retiro deportivo planificados y estructurados. Estos programas pueden incluir beneficios como pensiones, seguros de salud, y asesoramiento financiero para garantizar que los deportistas tengan seguridad económica después de su carrera deportiva.
Ya que ambos tenemos un cierto influjo 'friki', imagínese que le han prestado una varita mágica de gran poder. ¿Qué haría con ella y cómo la aplicaría al mundo del deporte? Dicho de otro modo, si lo prefiere, ¿qué tres deseos le pediría al genio de la lámpara?
Con una varita mágica, cumpliría tres deseos: Mejorar las infraestructuras deportivas, aumentar la inversión en formación y apoyo a los deportistas y promover políticas que integren el deporte en la educación y la vida cotidiana de toda la ciudadanía.
