FRANCISCO ROBLES. PROPIETARIO DE BODEGAS ROBLES

"Perdimos casi todo el patrimonio vitivinícola de hace 30 años y estamos en estado crítico irreversible"

Francisco Robles, enamorado de su producción
photo_camera Francisco Robles, enamorado de su producción

Francisco Robles es de la generación del 64 y procede de una familia (paterna) donde la vitivinicultura ha estado siempre presente. Tanto es así, que nació en Málaga, "porque mi padre se enamoró de mi madre haciendo un trato de vinos con un señor que a la postre sería mi abuelo y eso dio lugar a que mi madre diese a luz a su primer hijo en la ciudad donde vivían sus padres, en Málaga".

En efecto, es el hijo mayor y único varón de una familia de cuatro hermanos y nieto mayor y varón único por parte de la familia materna, es decir, que "tenía todas las papeletas para asumir el roll que en aquellos años se suponía que debería de ejercer en la vida, como así fue", como él mismo señala.

Durante toda su vida sus padres le han contado que ya siendo un bebe le solían llevar de viajes comerciales, por eso cree que "de manera inconsciente el mundo del vino me fue envolviendo poco a poco". No en balde, ya de joven, con 14 años, solían trabajar junto con sus primos en cada vendimia, y esto "nos permitía tener recursos para ahorrar y para nuestros caprichos, ahí es donde comencé a entender el mundo del vino, de la bodega y de todo lo que lo rodeaba".

Con 18 años ya ocupaba los fines de semana y vacaciones vendiendo vinos en la periferia de Córdoba. "Recuerdo esos barrios de Los Mochos, El Higuerón, Villarrubia, Majaneque, donde aprendí muchísimo de personas que eran maravillosas y que siempre me cuidaron en mi labor de 'comercial de vino amateur'; fue una época donde aprendí del valor de la humildad, la lealtad y el sacrificio. Entonces sí se bebía vinos de Montilla-Moriles, cada vez que volvía a casa siempre traía vendido un camión de 300 garrafas, eran otros tiempos...".

Su formación se desarrolló en Montilla, en un colegio de monjas (Rebaño de María), posteriormente en los Salesianos montillanos hizo su etapa de EGB y acabó el Bachiller en el Instituto Inca Garcilaso, de Montilla, donde tuvo que elegir o estudiar una licenciatura o una graduación superior en Formación profesional, y optó finalmente por lo segundo.  

Realizar Técnico Superior en Contabilidad de empresas (FP) en el Instituto Emilio Canalejo le permitió incorporarse inmediatamente a la vida laboral en la bodega y tener ya su primer sueldo. "En aquellas fechas si tenías novia, ya tenías todo para poder contraer matrimonio, le llamábamos en aquellos años 'planificación familiar', y en el año 1987 contraje matrimonio con la que hoy en día es mi mujer, Otilia Aceituno", señala. En 1992 tuvieron su primera hija, Águeda Robles Aceituno, y dos años después, su hijo Óscar Robles Aceituno, quienes también desarrollan actividad vitivinícola junto con sus primo Javier Luque Robles. "Ellos aseguran el futuro como cuarta generación de este proyecto 100% familiar que es Bodegas Robles", asegura confiado.

Por lo pronto, la bodega tiene en su haber 11 reconocimientos a la labor de la bodega propiamente dicha, 44 premios (en su inmensa mayoría de oro) por sus vinos y seis premios más (cinco de ellos de oro y una plata) para su producción de vinagres. Y lo que le queda...

Francisco Robles, propietari de Bodegas Robles
Francisco Robles, propietari de Bodegas Robles

¿Su destino, entonces, estaba ya escrito en las estrellas de que iba a estar íntimamente ligado a la tierra y al vino

Pienso que sí, cuando vives rodeado de personas que se dedican a una determinada actividad económica y en la familia se respira el ambiente de empresa a diario, al final de manera inconsciente vas inoculando y va creciendo ese 'gusanillo' que a la postre será tu vida.

¿Le hubiera gustado haber hecho algo diferente? ¿Alguna alternativa plausible y real?

Sinceramente no. Una empresa agroalimentaria, como es el caso de una bodega, es una actividad que conecta de manera transversal con cualquier actividad a la que quieras aspirar en la vida, desde la tierra donde crecen los viñedos hasta las relaciones necesarias para poder promocionar un vino, es decir, entre el principio y el final del proceso hay todo un mundo profesional al que puedes aspirar y debes de estar preparado: Cultivo, producción, diseño, comercialización, etcétera, etcétera.

¿Cómo ve actualmente la Denominación de Origen cordobesa?

Llevo más de 30 años conociendo a esta Denominación de Origen desde dentro, he visto pasar a muchos presidentes y a algunos gerentes por ella; a muchos compañeros bodegueros que ya no existen como empresa, también he visto muchos 'planes estratégicos' sobre folios primero, y en pen-drive después, y sólo puedo decirte que no ha cambiado nada en estos 30 años, siguen siendo las mismas personas quienes definen la estrategia de la Denominación de Origen. ueno sí, lo que ha cambiado es que hemos perdido casi todo el patrimonio vitivinícola que poseíamos hace 30 años y estamos actualmente en estado crítico irreversible.

Da la sensación de que se ha estancado un poco, como si se hubiera apagado su luz.

Así es. Llevo años diciendo que si hacemos siempre lo mismo no esperemos tener resultados diferentes, que cuando se está enfermo, lo primero que hay que hacer es asumir la enfermedad para poder diagnosticar y poner tratamiento para sanar, y esto no lo estamos llevando a la práctica desde hace muchísimos años. Aquí siguen primando los intereses de algunas empresas que son las que estarían llamadas a liderar al sector de manera generosa, frente a los intereses del resto del sector, por eso no hay luz.

La única luz que existe es la de proyectos individuales que se están desarrollando por muchas de las bodegas y que nada tienen que ver con la Denominación de Origen; proyectos que se desarrollan con los recursos de cada uno y que son los que mantienen a Montilla-Moriles en el panorama vitivinícola nacional.

Comparándola con el resto de DOs  andaluzas, ¿cómo ve a la cordobesa?

Si te refieres a las DOs de vinos, decirte que la pérdida de patrimonio vitivinícola andaluz es generalizado. Sólo darte un dato, en el año 1980 en Andalucía existían 112.856 hectáreas de viñedo frente a las 23.917 del año 2022. Creo que es un dato lo suficientemente preocupante como para analizar qué ha pasado en estas décadas y qué papel han jugado realmente las Denominaciones para revertir esta situación.

Si te refieres al resto de las Denominaciones de Origen de alimentos en Andalucía, sólo puedo hablarte de un organismo al que pertenezco y en el que llevo 25 años trabajando, que es el de la alimentación ecológica. En éste te puedo decir que el crecimiento tanto en superficie como en operadores ha sido exponencial, y esto se debe a que todos hemos ido unidos a desarrollar el sector ecológico en nuestro país y que el organismo certificador nada tiene que ver con el organismo que promociona y establece las estrategias de comunicación a seguir.

Francisco Robles, defensor a ultranza de la producción ecológica
Francisco Robles, defensor a ultranza de la producción ecológica

¿Y a nivel nacional?

A nivel nacional, conozco a muchos compañeros de otras DOs en las cuales unas van mejor que otras, pero es verdad que en muchas hay fricciones e incompatibilidad de intereses. Te puedo poner como ejemplo Cava y Corpinat, o la crisis en Valdepeñas, o la crisis en La Rioja con la asociación de bodegas familiares, o la crisis entre Sanlúcar y Jerez, y así seguro que muchas más. Pero hay algo de fondo en todas ellas que es la reflexión que nos deberíamos hacer todos: ¿Realmente las DOs están cumpliendo en el siglo XXI el papel para el que fueron creadas a mediados del XIX? ¿Sirven realmente a los intereses del sector colectivo, o sirven al interés particular de los que toman las decisiones en el seno de esas DOs?

Sería muy interesante generar un debate constructivo a nivel nacional donde se analizara a corazón abierto la utilidad de estos organismos y si nos hacen más o menos competitivos.

¿Qué habría que hacer para revitalizarla?

¿En Montilla-Moriles? Democratizarla. Hacer a todo el mundo partícipe por igual de las decisiones que en ella se tomen y no como hasta ahora, que es en función del tamaño que tengas dentro de la DO. Generar confianza entre los miembros que la componemos y no vetar a los miembros que no piensan ni comulgan con la línea oficial tampoco estaría de más.

¿Quizá un segundo Plan Estratégico de la Junta?

¿Plan qué? Un plan estratégico es justo lo que te decía al principio, asumir tus carencias y debilidades, aceptarlas, diagnosticarlas y después tomar el tratamiento. Si el plan estratégico no comienza con un análisis representativo, de verdad, del sector, ya comienza mal; y si es representativo, diagnosticas y después no te tomas el tratamiento, pues ya sabes las consecuencias.

En mi cajón guardo el plan que hizo la DO de Montilla-Moriles estando de presidente José Luis Vílchez, en 1999-2000, y muchos de los tratamientos propuestos en ese plan son una realidad en 2024, pero jamás se tuvieron en consideración.

Por cierto, desde la distancia, ¿el primer plan aquél sirvió? ¿Fue útil? ¿Se cumplió en su totalidad? ¿Aportó oxígeno?

Te remito a los datos objetivos del marco de Montilla Moriles: Hectáreas antes y ahora, litros de vino vendidos antes y ahora, imagen que trasladamos a la sociedad antes y ahora.

Francisco Robles, propietario de Bodegas Robles
Francisco Robles, propietario de Bodegas Robles

Claramente, no. ¿La DO como marca de calidad ha servido para limar rivalidades entre productores? ¿Hay sensación de unidad?

La DO debería de ser el paraguas que ampare a todo el mundo por igual. No debe de ser un paraguas que mientras unos están gratamente cobijados otros se mojan y pasan frío. En esta DO hay muchísima rivalidad entre los que están bien cobijados y los que no comulgan con la línea oficial, es muy difícil que haya unidad cuando lo que prima son los intereses comerciales sobre los intereses sectoriales.

Cuando hablamos de DO parece algo etéreo, como que es un ente que funciona solo, sin nadie que responda o lo conduzca, pero no es así. Cuando hablamos de DO hay personas que deciden y son las responsables de lo que pase en ella y por ende a dónde nos arrastren a los demás.

Bajando algo más a tierra. Tengo una curiosidad: ¿Bodegas Robles siempre se dedicó al ecológico?

Seguro que mis abuelos hicieron viticultura ecológica, pero era lo normal, se hacía porque así es como se trabajaba. Pienso que éramos ecológicos sin saberlo. Cuando decido hacer vinos ecológicos en 1999 fue justamente aplicándome la receta 'si vas mal, si estás enfermo, asúmelo y ponte un tratamiento'. Así fue. La agricultura ecológica fue el tratamiento, fue un paso que dimos obligados por la bajada constante de ventas y por la bajada constante de rentabilidad en nuestra bodega. Hoy en día la ecología y la sostenibilidad son la esencia de nuestra manera de practicar la elaboración de los vinos en Robles.

Hoy, 25 años después, afirmamos con rotundidad dos frases que nos definen: "Nuestro progreso pasa irremediablemente por el regreso" y "Mientras más cuidamos la tierra mejores vinos tenemos".

¿Lo ecológico vende más y mejor? ¿Merece la pena? ¿El público lo reconoce?

Lo ecológico crece, lo ecológico es economía asociada obligatoriamente a la sostenibilidad y en el siglo XXI ya se ha convertido en una necesidad si deseas aspirar a ser alguien en el mundo empresarial.

Hoy, en 2024, es fácil abrazar la sostenibilidad; lo complicado fue en la última década de los 90 y la primera del siglo XXI, donde predicábamos en el desierto y con el viento en contra.

Tuve el honor de ser el presidente de la Asociación de Empresas Ecológicas de Andalucía (EPEA) durante ocho años y de la Federación Española de Empresas Ecológicas (Fepeco) durante 14 años, y te puedo decir que en esos años he conocido a compañeros de toda España que han sido fuente inspiradora y siempre un soplo de aliento para crear este sector económico en España. Pero también he conocido de primera mano la animadversión que otros sectores tenían contra nosotros, los ecológicos, y que poco a poco han ido asumiendo que la sostenibilidad era la alternativa natural, como así ha ido ocurriendo.

Realmente mereció y merece la pena emplear tu tiempo en un sector económico con estos atributos y donde cada vez que miras los datos estadísticos ves que somos líderes mundiales (en producción de vinos ecológicos), en el Top5 de superficie ecológica a nivel mundial y un sector que crece a dos dígitos desde el 2000, y aún con grandes crisis económicas que el sector ecológico nunca se vio afectado.

Brut Verano de Bodegas Robles
Brut Verano de Bodegas Robles

¿Cuántos premios acumula la BodegaLo digo porque creo que nadie en todo el mundo igual en cifra y calidad de premios a la DO de aceite Priego de Córdoba, pero ustedes no se pueden quejar tampoco en ese sentido…

Muchísimos. ¿Sabes? Cuando decidí dar el paso y hacer a Bodegas Robles ecológica me encontré con muchísimas barreras dentro y fuera de la bodega. Era como tener que demostrar que la decisión era una decisión que aportaría en positivo a nuestros vinos y además tenías que luchar contra el "¿Ecológico? Eso es mentira".

Para rebatir esas afirmaciones recuerdo que envié nuestros primeros vinos a un concurso en la mayor feria del mundo de alimentos ecológicos Biofach, en Nünberg, y allí me di cuenta de que los vinos eran espectaculares, nos reconocieron con un Gran Oro, y a partir de ahí decidí como estrategia presentar nuestros vinos ecológicos a cualquier concurso que hubiera en el mundo: El resultado ha sido maravilloso. Demostrar que tu trabajo tiene sentido y que lo avalen los resultados en concursos hizo que Bodegas Robles empezara a ser reconocida dentro y fuera de la familia y a día de hoy podemos afirmar que en España somos un referente en vinos ecológicos.

¿Sirven de algo esos premios? 

Los premios a los vinos son exámenes que vas haciendo para ver si sigues aprobando en calidad, obviamente si después los comunicas, te sirven para posicionarte en el panorama nacional y esto te permite aumentar tu imagen, tu prestigio y tu valor añadido del producto.

Los premios a la gestión, ésos son los reconocimientos a una trayectoria que te permite afianzar tu trabajo en general. Por ejemplo, cuando el Ministerio de Agricultura nos premió con el mayor reconocimiento que una empresa agroalimentaria puede tener en España, 'Premios Alimentos de España a la producción ecológica en 2014', o  el 'Premio de Agricultura Junta de Andalucía en 2016', otorgado por la Junta de Andalucía,  o 'TOP15 Mejores bodegas de España de la década 2011-2020', reconocidos por la Asociación de Periodistas y Escritores de Vino de España (Aepev). Son reconocimientos que nos animan a seguir en esta senda de la innovación y nos permiten afianzarnos aún más en nuestra filosofía y modo de hacer empresa familiar.

¿Y les permite vender más? ¿Se pueden permitir el lujo de poner precios algo más acordes con la calidad de Montilla-Moriles? Es que todo el mundo es consciente de que se paga muy por debajo de lo que merecería el vino cordobés.

Un reconocimiento siempre es un motivo de satisfacción y confirmación de tu trabajo, pero si no lo comunicas, si no lo pones en valor sólo te sirve a ti como receptor del mismo. Hay que comunicar, hay que valorizarlo y esto te permitirá adecuar tus precios en el mercado al mismo tiempo que esforzarte en aumentar tu calidad que a la postre es aumentar el valor y la rentabilidad del producto.

Otro peldaño más: ¿Qué le pasa a usted que está todo el santo día investigando e innovando? No es usted precisamente el ejemplo de un bodeguero al uso, al que habitualmente le cuesta bastante cambiar…

Innovar para nosotros es la esencia de nuestro futuro. Estamos constantemente construyéndolo a través de la creación de nuevos proyectos y productos; eso sí, siempre la materia prima debe de ser la uva PX. Tenemos que conseguir parar la hemorragia de arranque de viñedos PX, y para ello debemos de quitarnos los prejuicios y el corsé que llevamos puesto y que nos asfixia por no querer asumir nuevas prácticas enológicas y nuevos productos.

Recuerdo cuando decidimos comenzar el proyecto de espumosos con el Ifapa de Cabra. Todos estaban en contra de investigar en este campo, porque lo que nos urgía era detener la caída de consumo de vinos generosos. Hoy, 10 años después, el haber iniciado la elaboración de estos vinos espumosos con la uva Pedro Ximénez nos ha abierto otras puertas que debemos de aprovechar y no renunciar a la innovación en aras de la tradición. Eso sí, siempre con el más alto nivel de calidad.

O el caso de los vermut a través de nuestros grandes vinos generosos como pueden ser los Olorosos y los PX. En Robles hemos demostrado que tenemos capacidad suficiente para hacer vermut de primerísima calidad, de ahí que nuestro Vermut receta Andalusí logró ser mejor vermut de España en 2022 y Gran Oro en el Salón del Vermut en Madrid 2024.

Ahora estamos desarrollando un cultivo de microalgas para el tratamiento natural del suelo y de la plantas a través de un grupo operativo 'AlgaVid' suprarregional donde estamos empresas de Aragón, Castilla la Mancha y Andalucía.

Creo que Alvear tiene presencia en Extremadura. ¿Les tienta a ustedes salir de casa también?

He tenido el honor de ir muchas veces a Jerez a dar charlas sobre la viticultura ecológica, que por cierto, la DO de Jerez asumió como estrategia preferente el desarrollo de esta viticultura y ya nos llevan años luz respecto a la DO de Montilla-Moriles, y allí me han propuesto en un par de ocasiones el invertir en Jerez, desarrollar algún proyecto enológico en aquella zona y siempre he dicho que no. Mi tierra me tira mucho, hay muchísimas cosas que hacer en la Campiña Cordobesa, dentro o fuera de la DO Montilla-Moriles.

¿Venden ustedes más fuera (exportaciones) que dentro (mercado nacional)? ¿En qué proporción?

Actualmente, tenemos un déficit de mercado en el exterior, ya que estamos en un 85% de ventas en el mercado nacional frente al 15% en exportación. Estamos trabajando para equilibrar este dato, ya que el exterior es siempre un mercado muy fiel y te permite valorizar mejor tus productos.

Cuénteme, si se puede, qué depara el futuro a Robles. En qué está metido últimamente. Algún proyecto que tenga en mente.

Como te decía, estamos constantemente construyendo el futuro de esta empresa, ahora estamos inmersos en la certificación, desarrollo y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS agenda 2030). El desarrollo sostenible se ha definido como el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades, exige esfuerzos concentrados en construir un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para las personas y el planeta. Y ahí está el compromiso de Bodegas Robles.

Para alcanzar el desarrollo sostenible en Bodegas Robles es fundamental armonizar tres elementos básicos: El crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Estos elementos están interrelacionados y son todos esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades.

En Bodegas Robles decimos que "si generamos beneficios sociales obtendremos beneficios económicos".

¿Cree que las bodegas son eternas? A veces da la sensación de que está ahí de toda la vida y que son inmortales.

Si las bodegas fueran eternas, estarían todas las que faltan, que son muchísimas las que yo conocí. Es verdad que vivimos una época donde las concentraciones son cada vez mayores y están a la orden del día. Yo estudié que la economía es una ciencia que se regula sola y que expulsa a aquéllos que no se adaptan ni se renuevan, y ahí están muchas de esas firmas bodegueras por desgracia.

Siempre hay que aspirar a la diferenciación, da igual el tamaño que tengas, y creo que en la familia Robles si en algo nos hemos caracterizado es por diferenciarnos y seguir evolucionando. Y así espero que la cuarta generación siga construyendo su futuro, eso sí, mejor acompañados de compañeros que solos. Ya sabes el dicho 'Sólo vas más rápido, pero acompañado llegas muchísimo más lejos'...

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