En el ámbito de la inversión, numerosos índices brindan una visión clara sobre el sentimiento del mercado y la situación económica de una nación.
En Estados Unidos, uno de los más populares es el Standard and Poor’s 500, comúnmente llamado SP500. Este índice, que abarca a las 500 empresas con mayor capitalización en el país, atrae un notable interés de inversores a nivel global.
Pero, ¿qué es lo que distingue al S&P 500? ¿Qué empresas lo componen y cuál es el proceso de selección?
¿Qué es el S&P 500?
El S&P 500, conocido como Standard and Poor’s 500, es uno de los índices bursátiles más influyentes a nivel mundial y sirve como un barómetro del mercado de valores en Estados Unidos.
Reúne a las 500 empresas más grandes por capitalización, convirtiéndose en un punto de referencia esencial para los inversores globales.
Desde su creación, el SP 500 se ha establecido como un indicador crucial del rendimiento económico estadounidense.
La historia del índice se remonta a 1923, cuando la Standard Statistics Company creó un índice preliminar de 233 empresas.
Este número se amplió a 90 en 1926 y finalmente a 500 empresas en 1957 tras la fusión con Poor’s Publishing.
Composición del S&P 500
El S&P 500 se compone de las 50 empresas más destacadas y con mayor valor de mercado en Estados Unidos, representando aproximadamente el 80% del valor total del mercado bursátil del país.
La selección de estas empresas se realiza siguiendo una serie de criterios específicos que van más allá de su simple capitalización, lo que hace que la composición del índice pueda cambiar con el tiempo.
Los criterios que deben cumplir las empresas para ingresar al S&P 500 son:
- Cotizar en el mercado bursátil estadounidense
- Tener una capitalización de mercado mínima de 14.500 millones de dólares.
- Ser rentables en su último trimestre y tener resultados positivos al sumar los últimos cuatro trimestres.
- Mostrar alta liquidez y que al menos un cuarto de sus acciones hayan sido negociadas en los últimos seis meses.
- Haber estado en el mercado por al menos un año, es decir, la empresa debe haber realizado su oferta pública inicial (OPV) al menos un año antes de su potencial inclusión en el índice.
- Que la mayoría de sus acciones en circulación estén en manos de inversores públicos.
- La relación entre el volumen anual negociado y su capitalización bursátil debe ser mayor que uno.
El índice se compone de compañías de diversos sectores, tales como:
- Servicios de comunicación
- Servicios financieros
- Servicios públicos
- Energía
- Tecnología
- Salud
- Industrial
- Inmobiliario
- Materiales
- Consumo discrecional
- Productos básicos de consumo
Cómo invertir en el S&P 500
Invertir en el S&P 500 puede ser una estrategia lucrativa, pero es crucial entender los riesgos involucrados, incluyendo la volatilidad del mercado.
Existen numerosas maneras de invertir en este índice:
- Acciones directas: Comprar acciones de las empresas que componen el S&P 500, como Apple, Microsoft, o Tesla. Es recomendable estar al tanto de los dividendos que estas empresas pueden ofrecer, lo que podría incrementar tus beneficios.
- ETF (Fondos cotizados): Los fondos cotizados replican el comportamiento del índice, permitiendo una diversificación más amplia y reduciendo el riesgo.
Horario de operación y días festivos
El S&P 500 opera de lunes a viernes, desde las 9:30 hasta las 16:00 horas (hora americana).
Es importante tener en cuenta los días festivos en Estados Unidos, ya que durante esos días el índice no opera. Algunos de estos días son el Año Nuevo, el Día de Martin Luther King y el Día de Acción de Gracias, entre otros.
Por lo tanto, el S&P 500 es una opción atrayente para aquellos que buscan invertir en el mercado estadounidense debido a su sólida representación de las principales empresas del país.
Ya sea a través de la compra directa de acciones o mediante ETF, los inversores tienen diversas estrategias a su disposición para aprovechar las oportunidades que ofrece este influyente índice.
