Andalucía Entre Tod@s (AeT), a través de su portavoz, Manuel Ortega, ha denunciado que en el día de hoy, jueves, están faltando en Córdoba capital 10 hasta ambulancias, según le han comunicado los sindicatos implicados en el servicio. "Dentro de lo que es la tónica general a la que nos tiene acostumbrados la concesionaria del servicio, esto se sale incluso de madre", ha señalado el portavoz.
En esta ocasión, la denuncia realizada desde el partido no se ha dirigido directamente a la delegada de Salud en Córdoba, María Jesús Botella, ni al gerente del Hospital Universitario Reina Sofía (HURS), Francisco Triviño, sino que se ha remitido directamente a la Consejería, "porque entendemos que hay una cadena de consentimiento y complacencia en Córdoba que impide que avancen las cuestiones en materia sanitaria, y hemos optado por ir a la matriz".
Para AeT, resulta "incomprensible" que sucedan estas cuestiones, teniendo en cuenta que hay que ver la salud como desde una óptica de servio público y servicio esencial, y no como lo ve la Administración actual con "los calculadores y con trasfondo económico". Si a la ausencia de esta decena de ambulancias se le une que se frenó la huelga convocada por los sindicatos, gracias a un acuerdo alcanzado en el Sercla, porque la UTE TSI Córdoba-SSGA se comprometió a resolver todas las cuestiones planteadas desde la parte social la situación se agrava.
Manuel Ortega ha recordado que ahora en septiembre se iba a producir una reunión sobre el grado de cumplimiento de ese acuerdo alcanzado, y en ella, si es que se produce, se va a demostrar que la empresa no va a cumplir nada "y nos tememos que quiere forzar una huelga porque le interesa, mientras sigue sin atender a los compromisos del pliego de condiciones", ha indicado.
"Lo más grave", no obstante, es que la delegada y el gerente del Reina Sofía, que son los responsables últimos de que se cumpla el contrato tal y como se asumió, "no hagan absolutamente nada para resolver esta situación e impedir el deterioro a ojos vista del servicio", que, por supuesto, repercute en los y las pacientes de forma directa, pero también en la plantilla sobre cuyos hombros recae el peso de tener que cubrir las deficiencias.
