La astronauta análoga cordobesa
ha formado parte de la misión espacial simulada M6 Żuławski, en honor al cineasta y escritor de ciencia ficción polaco, en las instalaciones de la Estación de Investigación LunAres, dentro de un búnker bajo el aeropuerto postmilitar soviético de Piła, al noroeste de Polonia.
Del 18 y el 31 de julio, junto a los ingenieros Hassam Guevara (México), Elias Mulky (Suiza) y Jonathan Satchel (EEUU) y la doctora Linda Delgado (EEUU), reprodujo la estancia de una tripulación durante su viaje a la Luna y regreso a la Tierra, inmersos en un espacio que reflejaba fielmente las características de una nave espacial y donde el equipo siguió los preceptos y rutinas propios de los astronautas.
Durante las dos semanas de la prueba, el grupo se sometió a la ambiciosa investigación AstroMentalHealth, patrocinada y financiada por la Agencia Espacial Europea, cuyo objetivo principal es analizar las múltiples facetas de la salud mental y conductual, el rendimiento y la interacción con la naturaleza y el entorno tecnológico para reunir información que permita proponer programas de seguimiento e intervención psicológica en futuros exploradores espaciales.
De manera que los cinco astronautas análogos han sido objeto de estudio en una primera etapa en la Tierra, y sus datos y parámetros registrados serán comparados con los que se recogerán en el espacio en un segundo muestreo realizado a los integrantes de la Misión Axiom 4 el año próximo en la Estación Espacial Internacional.
Igualmente, la periodista y piloto española desarrolló el Experimento SACAS (Study of Acoustic Comfort in Astronaut living Spaces), un proyecto pionero en la observación del ruido y la acústica de los habitáculos espaciales y su impacto en la concentración y la productividad de los cosmonautas.
Por medio de dosímetros, recopiló espectros sonoros que arrojarán luz sobre los factores que se dan en este tipo de cabinas y los efectos de la exposición a elevados niveles auditivos, donde la ausencia de confort sensorial puede generar estrés, ansiedad, alteraciones del sueño, hiperacusias y otras patologías.
Con el rango de oficial de comunicaciones, y en un entorno de confinamiento y aislamiento del exterior, Mariló Torres completó una abultada agenda de tareas entre las que destacaron los EVA’s (actividades extravehiculares) en terreno lunar simulado.
Asistidos por un rover, repararon paneles solares, recuperaron satélites, protegieron antenas de la radiación y rescataron compañeros incapacitados, entre otras labores.
Al mismo tiempo, Torres colaboró en la fabricación de un robot y en la mejora de los dispositivos de radio y coordinó una intervención en directo en conexión con un especial de divulgación científica de la televisión pública polaca.
