Buen pistoletazo de salida para el 43 Festival de la Guitarra de Córdoba con un Teatro de La Axerquía con bastante buena entrada para recibir por segundo año a la banda sueca de Rock duro Europe. Y es importante incidir en su origen nórdico, porque la velada de ayer en Córdoba fue un poquito calurosa y en el momento de comenzar la actuación los termómetros cordobeses aún marcaban sus buenos 31 grados.
¿Quién dijo miedo? Evidentemente, no el incombustible Joey Tempest, quien en un castellano bastante comprensible señaló en más de una ocasión que "esto es un infierno". Pero el infierno forma parte de la parafernalia de la familia del Heavy, de modo que se podría decir que estaban como en casa. Y para ello nada mejor que un publico (ya madurito) entregado hasta la saciedad.
Bailaron, corearon todos los temas (hits y menos hits) del grupo y arrancaron en más de una ocasión la sonrisa cómplice del vocalista, que se mostró muy cercano con unos seguidores en plena comunión con la banda, chocando puños con los que tuvieron la enorme suerte de encontrar un hueco en primera fila. Y allí sí que hacía calor. Tanto por la temperatura natural de la capital cordobesa como por la infinitud de móviles encendidos con los que más de uno se empeñan en ver un concierto en lugar de con los ojos propios. Pero allá cada cual.
Y hay que reconocer que el sonido de su directo es contundente, pero perceptible. Los 43 años que llevan juntos el trío Tempest-Norum-Levén lo avalan, pero es que todos ellos llevan ya cuatro décadas pisando tablas y creando canciones de éxito, en las que el teclista Mic Michaeli tiene bastante culpa. Una de ellas es, por supuesto, 'Carrie', que los espectadores corearon hasta casi acallar las voces de los artistas, al igual que 'Rock the Night' o el imprescindible en sus shows, aunque no sea la mejor que tienen, 'Final Contdown'. De todos modos, el peso de John Norum a la guitarra y de Ian Haugland en la batería es el que define el sonido de Europe más próximo al Metal.
El cariño mostrado por el público llevó a Tempest de nuevo a desempolvar su castellano para decir que "sois de puta madre" y para mostrar su simpatía por la ciudad de Córdoba y sus encantos.
Ellos se lo pasaron bien (sólo había que ver al vocalista moverse como lo hizo, subido incluso sobre los altavoces del escenario) y la gente se lo pasó muy bien. ¿Qué más se puede pedir?
