DISTRITO CENTRO

Nodo Corduba y Distrito Centro critican que haya barras en Navidad porque atraen a los botellones

Botellón en una de las calles del Casco durante estas Cruces de Mayo, en una imagen de archivo

Manuel Ortega y Lourdes Martínez califican de "abuso" hacia la ciudadanía permitir este tipo de prácticas que generan suciedad, inseguridad y fomenta el Consumo de alcohol entre la juventud

Después de que el concejal de Tradiciones y Festejos, Julián Urbano, anunciara que en Navidad los diferentes colectivos de la ciudad iban a poder montar barras en la calle para poner en marcha 'eventos navideños', desde la Asociación Nodo Corduba y el Consejo de Distrito Centro se ha criticado duramente esta medida porque "las barras caer siempre botellones, más botellones y más botellones".

Según ha indicado el portavoz de Nodo Corduba, Manuel Ortega, el alcalde, José María Bellido y "su concejal fiestero, no contentos con el botellón desmadrado de la Velá de Santa Marina, del botellón que habitualmente se produce en el Jardín de los Poetas y otras zonas del Casco Histórico, no satisfechos con el botellón de las Cruces, han decidido que haya más botellones, y que en Navidad cofradías, hermandades y demás colectivos que se dedican a estas cosas instalen barras, porque van a celebrar la Navidad de manera tradicional y eso no se lo creen ni ellos".

La única consecuencia de este tipo de celebraciones son los botellones, ha estimado Ortega, quien ha opinado que hay un "despropósito" detrás de todo esto: "Expulsar a la población del Casco Histórico, que es lo que están consiguiendo. Según el portavoz, ya no es solamente las despedidas de soltería, como la que hubo prólogo del Consejo de la Organización Mundial de Ciudades Patrimonio, "con una charanga de despedida que ocupo toda la vía pública en el entorno de la Mezquita-Catedral y no pasa nada y en cambio a Nodo Corduba les dicen que tienen que tienen que irse a la Puerta del Puente porque puede colapsar y provocar inseguridad; hasta ahí llega su desfachatez tremendísima, esperpéntica y berlanguiana en grado sumo".

En palabras de Manuel Ortega, resulta "increíble" que el alcalde siga manteniendo en su puesto a Urbano, porque lo tenía que haber cesado ya, después de que en la pasada edición de las Cruces hubo una hermandad que se quedó sin Cruz, y "no se le ocurrió otra cosa que autorizarle la barra para celebrar una fiesta socio-cultural de la Primavera, que derivó en una fiesta estilo báquico, o sea, ponerse hasta las trancas de beber y ocasionar las molestias habituales que utiliza la vía pública para lo que se utiliza".

Y como el regidor "está encubriendo este tipo de políticas y le está dando su beneplácito", cuando haga un discurso ante la Organización Mundial de Ciudades Patrimonio, "que piense antes lo que está haciendo este concejal, que es un peligro para el patrimonio y de Córdoba como Patrimonio de la Humanidad, con su beneplácito, su complacencia y su apoyo". 

 Por su parte, la presidenta del Consejo de Distrito Centro, Lourdes Martínez, ha recordado que desde esta representación vecinal y comercial, "venimos denunciando desde hace mucho tiempo el abuso que estamos sufriendo los cordobeses", ya que "montar constantemente barras por cualquier motivo significa la proliferación de botellones".

Es implica que se dejan la ciudad llena de suciedad, con inseguridad y "donde el alcohol cree por las venas de nuestra gente más joven". Por este motivo, se han posicionado "totalmente en desacuerdo" con el planteamiento de Julián Urbano de volver a poner barras de bar en las fiestas navideñas. "Consideramos que estamos promocionando, así, una actitud y una educación muy baja con respecto al respeto hacia los vecinos", ha sentenciado.